Los vinilos son fantásticos; decoran y además son económicos.
Los puedes poner en cualquier parte de la casa pero a mi dónde más me gustan es en las habitaciones infantiles ya que en éstas te puedes permitir más fantasía y color.
Pueden ser de una pieza ó de varias piezas que tú dipones en la habitación conforme te quede mejor.
Y puedes colocarlos en una pared que tengas vacía ó por ejemplo como cabecero de la cama.
Los que a mí me parecen más graciosos son los que simulan algo, como en este caso, en el que se pegan las nubes en la cama y el agua en la pared simulando la lluvia.
Y por último, los didácticos, para los padres que buscan que mientras juegan aprendan. Pueden ser vinilos con acabado de pizarra en los que se puede pintar ó vinilos magéticos, en los que se pegan letras y se pueden formar palabras.
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